En el Ministerio de Economía se analiza con preocupación la guerra del tabaco, que ha provocado una caída en los precios de las principales marcas de cigarrillos de entre 10 y 45 céntimos por cajetilla en el último mes. Y es que la principal perjudicada por esta rebaja de precios es la propia Hacienda Pública. Por cada 10 céntimos que baja la cajetilla, entre siete y ocho son merma recaudatoria. De hecho, según cálculos del sector, el impacto de la guerra comercial en las arcas públicas será de unos 200 millones de euros.
Philip Morris volverá a recortar entre 10 y 20 céntimos los precios de sus principales marcas de cigarrillos, como Marlboro, Chesterfield y L&M, con lo que se acentúa la batalla comercial que libran las grandes tabaqueras en el mercado español. Los estanqueros, que se consideran "víctimas" de la situación, han manifestado su "profundo malestar y preocupación" por la inestabilidad del mercado.
Tras la tercera rebaja de precios consecutiva que Philips Morris aplicaba a sus principales marcas la pasada semana, Altadis respondía con una reducción de precios en solo algunas de sus marcas, como Ducados Rubio, mientras mantenía invariable el precio de Fortuna y Nobel, lo que el sector ha interpretado como una tregua.
Se puede apreciar que “la guerra de precios” traspasa también a los móviles: Vodafone España ha lanzado una tarifa de seis céntimos el minuto para sus clientes de contrato, sumándose así a las ofertas de bajo coste que han lanzado recientemente sus competidores Telefónica y Orange.